Si estás en contacto con el mundo de la jardinería sabrás que el pulgón es una de las plagas más frecuentes. Cuando te interesas por estas aficiones aprendes no solo a regar y podar plantas, sino a combatir invasiones y plagas, llegando así a ser todo un experto en especies de insectos.
Índice de contenidos
- 1 ¿Qué es el pulgón?
- 2 Condiciones en las que el pulgón aparece
- 3 ¿Cómo afecta el pulgón a mis plantas?
- 4 Tipos de pulgones
- 5 Características del pulgón
- 6 Plaga de pulgón: unas consecuencias terribles
- 7 Prevención y diagnóstico
- 8 Métodos químicos para combatir el pulgón
- 9 Cómo eliminar el pulgón
- 10 Tratamientos contra el pulgón
¿Qué es el pulgón?
El Pulgón es un insecto pequeño perteneciente al orden de los hemípteros, una especie de insectos con un aparato bucal succionador con el que perforan y extraen savia de las plantas y sangre de otras especies animales, incluyendo los humanos.
Son conocidos también como áfidos y sus colores pueden variar según la especie, desde verdes hasta amarillos, rojos y negros. Su cuerpo tiene la forma de una pera y se compone de cabeza, tórax y abdomen; además, cuenta con unos apéndices posteriores que lo dotan de una apariencia muy particular. Son realmente pequeños, apenas unos milímetros, pero pueden detectarse a simple vista ya que sus colores son llamativos.
Las partes más tiernas de la planta son el plato preferido de estos insectos verdes que, durante la época estival, aparecen en grandes hordas y devoran con apetito todas las plantas de nuestro jardín.
Condiciones en las que el pulgón aparece
Como se ha mencionado anteriormente, durante los meses calurosos o climas suaves el pulgón encuentra su mejor campo de cultivo y es entonces cuando empieza su reproducción y difusión en cantidades enormes. Los fertilizantes pueden atraer también a los pulgones, ya que poseen los mismos nutrientes e ingredientes que absorben las plantas.
¿Cómo afecta el pulgón a mis plantas?
El pulgón succiona la savia de las plantas y les roba agua y nutrientes hasta dejarlas muy débiles. Pero esto no es todo, el pulgón suelta una melaza que atrae a las hormigas y ayuda a la proliferación de bacterias y hongos que pueden terminar de estropear la planta.
Si hay alguna práctica que estemos llevando a cabo mal, es el momento de detectarlo para que el pulgón cause el menor de los problemas. Cuando aparecen en exceso es síntoma de un déficit en algo o un abuso de utilización de productos.
Tipos de pulgones
Podemos encontrar una gran variedad de pulgones y cada uno de ellos afecta a distintas plantas:
Pulgones de algodón
Este tipo de pulgón se denomina también pulgón de melón y se decanta por las plantas agrícolas como el calabacín, el pepino, la sandía y la calabaza, pero puede alimentarse de cualquier otra.
Pulgones de tomate
Este pulgón de tomate es fiel a este fruto. Si el tomate se encuentra en su fase tierna, el insecto ataca de manera voraz y lo infecta hasta dejarlo inservible.
Pulgones de retama
La retama es un tipo de arbusto que atrae especialmente a este insecto, por la cantidad de nutrientes que posee en sus ramificaciones.
Pulgones de leguminosas
Las semillas extraídas de lentejas, soja o cacahuete, entre muchas otras son lo que se denomina leguminosas. Además de los pulgones con este nombre, hay otras especies de áfidos que también las atacan.
Si hay insectos de distintos colores en nuestras plantas y no sabemos identificar si son pulgones o no, el signo para salir de dudas es la presencia de hormigas, que son atraídas por el líquido que segrega el pulgón.
Características del pulgón
Nunca vienen de uno en uno. Si ves un pulgón es probable que la plaga ya se haya extendido y se encuentren merodeando tus plantas en grupos. Si llega a un punto determinado, es posible que los pulgones lleguen a cubrir zonas completas.
Las hembras de esta especie pueden reproducirse por partenogénesis, esto es, si se dan las condiciones óptimas, el género femenino puede parir hembras sin ayuda ni mediación del macho. También pueden dejar huevos cuando las condiciones son adversas.
En cuanto a sus extremidades, dependiendo también de la climatología y las circunstancias, tanto hembras como machos pueden desarrollar alas para facilitar la dispersión de la plaga en otros lugares.
Plaga de pulgón: unas consecuencias terribles
Si quieres que tus plantas sigan sanas debes mantener a estos insectos fuera de tu radar, ya que las debilitan y retrasan su crecimiento, además de transmitir virus y deformar las hojas y brotes y facilitan la aparición del hongo de la negrilla.
Por si esto fuera poco, también son capaces de mermar la producción de los cultivos y a atraer a las hormigas con su melaza pegajosa.
Prevención y diagnóstico
Si observas con detenimiento te darás cuenta de que las hojas amarillas y arrugadas han podido ser atacadas por estos insectos. Del mismo modo, si hay hojas pegajosas y brillantes tenemos una prueba más que fiable.
Mira en la parte posterior de las hojas, esa zona que la mayoría de personas olvidan que existe y muy posiblemente sea donde se alojen cochinillas, moscas blancas o pulgones.
Aun habiendo detectado el problema, lo más eficaz es prevenir de raíz estos terribles episodios. Si le das a tu planta los cuidados óptimos y evitas abonos con demasiado nitrógeno, si mantienes el jardín y las macetas libres de malas hierbas e incluyes plantas aromáticas como la menta crearás un buen ecosistema para una plantación sana.
Métodos químicos para combatir el pulgón
Los métodos químicos suelen ser bastante efectivos, pero el problema es que son no sólo son nocivos para los insectos, sino que afecta también a los seres humanos.
Sin embargo, algunas fórmulas químicas funcionan especialmente bien para combatir estos insectos:
- El aceite mineral: que impide que los insectos respiren, pero no se debe aplicar en plantas infectadas.
- Insecticidas: hay algunos en el mercado que funcionan muy bien. Cuando los insectos muerden o tocan algo rociado de insecticida perecen rápidamente.
Cómo eliminar el pulgón
Si el ataque acaba de producirse o no es grave puedes proceder a retirar los insectos manualmente o podar ligeramente algunas zonas invadidas. Pero si prefieres puedes utilizar agua a presión e intentar no usar productos químicos.
Si ha llegado a un estado de invasión muy grave puedes usar jabón potásico. Debes diluirlo en agua al 2% (20 ml de jabón por litro de agua) y proceder a pulverizar sobre las plantas. Prueba este método unas 3 veces con espacios de 2 semanas entre cada una y verás cómo mejora.
Tratamientos contra el pulgón
Son muchos los métodos para acabar con el pulgón. A veces es difícil detectar su presencia porque no estamos familiarizados con los tratamientos que existen, por lo que debemos consultar informaciones como ésta.
Si mezclamos la prevención con el diagnóstico y la acción en caso de plaga, nos podemos librar de estas molestas y recurrentes invasiones.